“La comedia más disparatada. Un auténtico vodevil, una historia de enredos, diálogos equívocos, aperturas y cierres de puertas y risas del público”.
La misma sinopsis ya nos habla de qué debe representar el cartel de esta obra teatral. Diversión y dinamismo se hacen visibles mediante la técnica del collage. El cuidado grafismo, junto con las expresiones de sus caras componen una imagen llamativa y atractiva para el público.
Al cartel principal le suceden una serie de carteles donde se nos presenta a cada uno de los personajes, puesto que uno de los valores de la obra son los actores que participan en ella.
Los colores alegres y el dinamismo del diseño, definen el resultado de la imagen de No te vistas para cenar.