La materia, en su origen y estado más puro, es transformada por el artesano/a mediante su creatividad, dando lugar a la creación final, valorando el proceso desde su inicio hasta la resolución de la pieza final.
Este concepto se traslada a la imagen gráfica mediante el uso de formas sencillas. El cubo como interpretación de la materia prima, punto de partida de todo artesano/a. La mano, símbolo del propio artesano/a, interactúa con el cubo a través de las líneas diagonales que reflejan las diferentes técnicas y variedad de procesos de las diferentes disciplinas, transformando esa materia prima en la “A” como representación de la pieza final.